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INSUMISOS O CIEGOS

INSUMISOS O CIEGOS

Existen circunstancias en las que, cumplir la ley, supone arrojar nuestra ética por la ventana para evitarnos problemas. Pero cuando se criminaliza la solidaridad solo nos queda una alternativa, la insumisión. Porque acatar un código penal que castiga al que presta ayuda a un "sin papeles" equivale a renunciar a lo más valioso del ser humano: La capacidad de empatizar con los que son más desafortunados, de ponernos en su pellejo y tenderles la mano, que es en definitiva tendérnosla a nosotros mismos. La solidaridad, es más que un acto de compasión o una cuestión de justicia social, es la única esperanza frente al individualismo atomizador con el que ha sido bombardeada la humanidad, Es un gesto de rebeldía legitimizado por la conciencia y avalado por la experiencia de que, de no practicarla, la supervivencia de nuestra especie seguirá en grave peligro. No va a haber ley ni frontera que contenga el abordaje de la miseria a nuestras costas y, de la misma forma, ninguna amenaza penal o económica va a conseguir intimidar al corazón de las buenas personas. Mientras no busquemos soluciones globales para evitar los grandes movimientos migratorios, que ayuden a erradicar la necesidad  y la violencia extrema que sufren en sus puntos de partida, los "ilegales" seguirán llamando a nuestra puerta. Y de que se la abramos o no, dependerá la posibilidad de que germine una nueva etapa revolucionaria que coloque a los derechos humanos de todos los seres del planeta, por encima de las nacionalidades y de sus inhumanas leyes. En resumen, desde esta carta pretendo llamar a la insumisión ciudadana contra la ceguera y la crueldad de la reforma de la Ley de Extranjería. Y personalmente aviso, de que ya me pueden ir empapelando. Porque no pienso acatar un mandado que no solo me revuelve las tripas, también consigue que se me amotine la conciencia para convertirme en un ilegal más. En otra víctima de la persecución que, en toda Europa, se está perpetrando contra los inmigrantes y quienes no temen ayudarlos.

Publicada en Público y Foros El País el 10 de marzo del 2009

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